viernes, 4 de noviembre de 2011

ITALIA – MILAN

Después de unas horas de viaje desde la ciudad de la torre torcida, llegamos a Milán, una de las capitales mundiales de la moda. Lejos de sentirnos como sapos de otro poso, estacionamos el auto, Cecilia se puso las botas de la Villa Bierritz, yo la campera nueva de liquidación, y salimos a llevarnos a Milán por delante. Cierto es que al ser Domingo, no pudimos apreciar el “glamour” de los propios ciudadanos milaneses, pero Milán no es solo moda, también tiene otras cosas interesantes para ver y contemplar.

Por ejemplo tiene su gran duomo que consiste en una gran catedral gótica. Pero sinceramente la catedral de Estrasburgo al este de Francia es mucho más imponente que esta de Milán. Pero el marketing lo es todo, y la multitud se aglomera para fotografiarse frente a la catedral gótica más famosa de Italia.

También está la Galería del Duomo, donde se encuentran grandes marcas de ropa, relojes y demás. También se ve la gran “M” de una de las cadenas de comida rápida más famosa del mundo. Pero en vez de color amarillo, está de un color más acorde a la galería, de dorado.

Aquí en la galería, se encuentra en el piso, un mosaico de un león, y se tiene la tradición de pisarle con el talón sus testículos, y dar una vuelta. Esto garantizaría el retorno en un futuro a la ciudad. No sé si será verdad o no, pero yo lo hice hace siete años atrás, y ahora, estaba nuevamente visitando Milán. Para seguir con la tradición, Cecilia y yo le pisamos los testículos, quién sabe si no tendremos nuevamente la posibilidad de darnos una vuelta por la ciudad en algún año próximo.

También fuimos al Castillo Sforzesco, de camino, vimos banderas de distintos países colgadas de las columnas. Vimos una de las más lindas como es la nuestra, la de nuestro querido Uruguay.

Llegando al castillo, muchos africanos vendían imitaciones de carteras de marcas famosas, mientras cientos de turistas se aglomeraban para entrar al castillo.

Nosotros, antes de atravesar el castillo para llegar a un extenso parque ubicado del otro lado, nos compramos unas castañas calientes, y nos sentamos en un banco contemplando el lugar y a la gente.

Al cabo de unas horas, dimos por culminada nuestra visita a esta ciudad que, en lo personal, no se encuentra dentro de las más pintorescas, pero de todas formas vale la pena visitarla, pues es un icono para el país de forma de bota.

Emprendimos viaje nuevamente hacia Suiza, hasta la casa de mi hermana, para seguir disfrutando de su compañía, y seguir mimoseando a nuestra amada sobrinita.

1 comentario:

  1. Para mí Milán es una de las ciudades que me más me ha gustado, ya que está llena de encanto, cultura e historia, a mí vuelta me he currado una mini-guía de viajes....

    Os dejo el enlace, ya que supongo que le pueda venir bien a algún lector.

    Guía turística de Milán

    Saludos

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