jueves, 21 de abril de 2011

¿DÓNDE ESTÁ NEMO?


Tal vez si el creador de la película “¿Dónde está Nemo?” hubiese venido a El Nido -  Filipinas, no hubiese titulado de esa manera su gran éxito taquillero, por el cual, gracias a él, se hizo famoso el pez payaso.

Cuando estábamos preparando el viaje, leí por ahí que Nemo está por estas playas, por lo que no me quería ir de aquí sin encontrarlo. Cada vez que me sumergía haciendo esnorquel, lo buscaba y lo buscaba, pero nunca lo encontraba.

Ayer, cuando estábamos en Secret Lagoon realizando esnorquel en la playa, Martín me pega un grito desgarrador: “Juanchi, encontré a Nemo, encontré a Nemo!!!”, no me daban los brazos para nadar hasta donde estaba Martín.

Meto la cabeza bajo el agua, y allí estaba Nemo, acompañado por otro igual a él, entre una planta marina. Al vernos, se escondían en la planta, y se asomaban dudando de nuestra presencia en su habitat natural. Lo cómico era ver como en contrapartida con los demás peces que al vernos, salen despavoridos nadando sin ningún destino, Nemo, se escondía en esa planta sintiéndose seguro allí.

Me quedé con ellos por más de diez minutos jugando a las escondidas; salían, nadaban, y se escondían, así cientos de veces. Fue muy divertido ver a estos dos pececitos del tamaño de un pulgar nadando a centímetros de nuestros ojos.

Decido dejarlos tranquilos, y cuando estaba por subir al bote, Marcelo que se había quedado viéndolos, nos dice: “agarré a uno, agarré a uno”, con Matías y Martín,  no le creíamos, pero realmente lo había hecho, y tenía entre sus dedos a Nemo. Llenamos unos lentes con agua, y lo depositamos allí para verlo nuevamente. A Matías se le ocurrió sacarnos fotos con él para tener el recuerdo de nuestro primer encuentro con Nemo.


Por último, cuando fuimos a otro lugar a hacer esnorquel, aquel que les comentaba que parecía una pecera gigante, logramos ver, en la misma especie de planta marítima, familias de peces payaso. El más grande que vimos era del tamaño de una mano, y al acercarnos, salía como queriéndonos espantar y alejar de los más pequeños, que asustados, aguardaban escondidos en la planta.

Con esto ya les puedo decir, que me voy a ir de Filipinas feliz de haber encontrado, después de tanto tiempo de ver la película, al perdido Nemo!

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