miércoles, 16 de marzo de 2011

RUMBO AL TUNEL DEL TIEMPO

Atrás quedó otro destino. Nada más ni nada menos que Oahu – Hawaii. Un destino que jamás olvidaré. No sólo por lo maravilloso de sus playas y sus paisajes volcánicos, sino porque fue en el primer destino en donde me sentí realmente lejos de la gente que amo, del país que amo. Es que el tema del maldito tsunami no fue nada fácil de digerir. Hasta ahora cada vez que escucho una sirena me imagino la alarma de evacuación y me veo junto a mis compañeros caminando de madrugada por las calles de Waikiki Beach intentando de forma desesperada alejarnos lo más posible de la costa.

Hawaii, unas islas perdidas en el medio del Océano Pacífico con tantas playas como estrellas tiene el cielo. Era increíble bañarse en esas aguas con esos telones de fondo, con tanta naturaleza alrededor.

Atrás quedó un país, Estados Unidos de Norteamérica. Volveré a pisar sus tierras dentro de casi ocho meses cuando haga escala obligada para regresar al querido Uruguay.

Ahora me encuentro rumbo a Sydney en un avión de la compañía Jet Star muy cómodo. Estos asientos sí se reclinan! Es un vuelo de diez horas y media y ya me dormí seis. La comida exquisita y el servicio muy bueno.

En Sydney haremos escala de cuatro horas para tomarnos otro vuelo rumbo a Christchurch, una de las principales ciudades de Nueva Zelanda ubicada en la isla sur de dicho país. Hace un par de semanas, esta ciudad sufrió un terrible terremoto, por lo que veremos una ciudad que se viene levantando después de dicha catástrofe. Allí nos quedaremos dos días, y después en casa rodante, nos dedicaremos a recorrer toda la isla sur para disfrutar de sus ciudades, de sus paisajes y de su gente.

El por qué decidí titular esta publicación como “Rumbo al Túnel del Tiempo” es porque de un minuto a otro, de un segundo a otro, cuando crucemos el último meridiano, pasaremos de tener ocho horas menos con respecto a Uruguay, a tener dieciséis horas más. Es decir que me meto en una especie del túnel del tiempo que hace que mi vida se salteé un día. Tal es así, que partimos de Hawai el 15 a las 8:15 am y llegaremos a Christchurch el 17 a las 00:45 am. Es como que el 16 no exista en mi calendario. Es una cosa de locos, pero así es el mundo amigos. Así está el mundo.

Lo bueno de todo esto es que como quien no quiere la cosa, nos ahorramos un día de viático ya que dormimos en el avión y también almorzamos y desayunamos a bordo.

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