martes, 2 de agosto de 2011

LLEGADA A LONDRES

Llegué a Londres junto a unos compañeros que tenían el mismo vuelo que yo, y juntos nos tomamos el metro que nos acercara al centro. Me despedí de todos, y me bajé en la parada que me correspondía. Así, solo, empecé a buscar ya de noche el hostal donde me esperaban mis compañeros y amigos con los que compartiré los próximos dos meses de viaje.


De izquierda a derecha: Santiago Piegas, Juan Pablo De León alias Jota, y Pablo Navarro, el único hincha de Danubio del Grupo de Viaje.

Encontré el hostal después de un rato, me encontré con ellos que había llegado en la mañana también desde Atenas. 

Yo estaba muy cansado, pero me negaba a acostarme a dormir, con lo que mientras mis amigos se aprontaban para acostarse, yo agarré un mapa, y me largué caminando hasta la conocida torre del reloj, o mejor dicho hasta el Big Ben.

El hostal queda a unos quince o veinte minutos caminando de esta zona tan aclamada por los turistas. Me iba acercando mientras mi mirada se perdía en el horizonte en busca del gigantezco reloj. Cuando lo vi, quedé petrificado. Ahí mismo se me vino a la cabeza el hecho de que por la mañana había conocido el Partenon en Atenas, y ahora estaba frente al Big Ben en Londres.

Paseando por sus alrededores, nunca perdiendo este icono londinense de mi vista, seguía emocionadísimo y feliz de saber que tendría cuatro días para disfrutar de esta hermosa ciudad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario