sábado, 14 de mayo de 2011

LLEGADA A VIETNAM y Día 1 – Ho Chi Minh City

Nuestra puerta de entrada a este país fue la ciudad de Ho Chi Minh City antiguamente llamada Saigon. Ubicada al sur de Vietnam, tiene la característica de ser la ciudad más poblada a pesar de no ser la capital del país; y en segundo lugar tenemos a Hanoi, la capital, a la cual iremos en los próximos días.


Al llegar, un calor intenso y húmedo nos dio la bienvenida, abrazándonos tanto que parecía no entrar aire fresco a nuestros pulmones. Como el grupo ya pasa a ser algo más de doscientas personas, ya empezamos a separarnos de hotel. Algunos van a uno, otros van a otro. El tema es que los hoteles no tienen tanta capacidad locativa como para albergarnos a todos juntos.

Por ejemplo desde Tailandia hasta Egipto inclusive, el grupo de aproximadamente cuatrocientas personas se separará en Grupo A y Grupo B e irán viajando con un día de diferencia, no como ahora que sólo estamos en hoteles distintos. Por suerte, en esta ciudad los hoteles quedan a cinco cuadras, lo que hace que igual nos veamos, y sigamos compartiendo juntos el viaje.

En este destino sabía que ya me encontraría con Martín mi compañero de tesis con quien nos recibimos a principio de año, éste es otro Martín distinto al que compartió conmigo parte de la Etapa I del viaje; Santiago, Germán y el Pollo. Todos amigos que ansiaba ver en estas tierras lejanas.

Cuando llegamos al hotel, no los encontré, y fui al otro hotel en busca de Alejandra y Mariana para empezar a recorrer juntos esta ciudad, pero tampoco estaban, con lo que decidí salir a caminar sólo, a pesar de las advertencias de los guías de no salir sólos a la calle.

Ho Chi Minh City, es una ciudad caótica, por momentos me hizo acordar a Kuta en Bali por la cantidad de motos. Para bajar esto a números, hoy en día, hay treinta millones de motos en todo Vietnam, y ochenta y seis millones de personas en todo su territorio.

Llama mucho la atención ver como andan en moto y en bici todos con tapabocas, y las mujeres también con guantes pese a los cincuenta grados de sensación térmica. Lo del tapabocas dicen que es por la polución, y lo de los guantes, es porque a los vietnamitas les gusta la piel blanca con lo que las mujeres cuidan mucho su piel para ser atractivas.


Cuando vi a la primer persona con el gorro típico de Vietnam, no paraba de sacarle fotos, no podía creer estar en esta parte del mundo. Tanto tiempo estudiando la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, y ahora caminando por estas calles.


Si bien da la sensación de que es una ciudad sucia, en la calle es muy difícil ver papeles tirados que ensucien el paisaje ciudadano.

Al regresar al hotel después de pasar las primeras horas sólo, me encontré con los chiquilines. Qué alegría. Empezamos, como hacemos cada vez que nos encontramos con alguien, a contar anécdotas de viaje vividas en estas semanas que llevamos transformando este sueño en realidad.


De izquierda a derecha: Martín, Santiago, Germán y Rodrigo alias el Pollo.

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