Este sexto y último día en El Nido (décimo en Filipinas) fuimos los cinco, más un argentino que conocimos en el pub, a una playa cerca de El Nido llamada Las Cabañas. Una playa abierta con palmeras y agua cristalina, algo natural en esta zona, pero que siempre gusta y se disfruta.
La idea era estar los cinco juntos, pues mañana Lunes ya nos separamos hasta volver a encontrarnos dentro de un mes, cuando Nacho, Matías y el Chelo se unan al Grupo de Viaje en Bangkok.
Es medio complicado de entender, pero con Matías y Martín nos vamos a Beijing, compartimos sólo un día, y yo después me uno al Grupo de Viaje que es justamente en ese destino donde comienza el Grupo. Matías, Martín, Nacho y el Chelo, hacen China por su cuenta, no lo hacen con el Grupo de Viaje. Martín se une en Hong Kong, y el resto en Bangkok.
No me puedo olvidar de comentarles algo insólito que nos pasó antes de ir a Las Cabañas. La cuestión es que Matías se levanta, y al igual que todas las mañanas, se va a desvelar tirándose al agua. Cuando sale ya sin las lagañas en sus ojos, se queda atónito con lo que ve y nos llama a todos.
Es que dos casas más a la izquierda del hotel se encuentra un escudo de nuestro querido Uruguay con la leyenda: “Consulado de Uruguay”. Obviamente no podíamos creer que recién ahora lo veíamos, y mucho menos podíamos creer que exista en este remoto lugar un consulado. Averiguamos, y resulta que ese escudo fue robado del consulado de Manila, y se lo regalaron al dueño de dicha casa. Al menos eso nos contaban.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario