Llegamos a Praga por la noche, y como era viernes, es decir que comenzaba el fin de semana, nos fue muy difícil encontrar lugar en los hostales que habíamos visto disponibles la noche anterior por internet.
Al fin encontramos uno donde poder pasar la noche, y allí descansamos después de haber vivido ese día la visita a Auschwitz en Polonia.
Al otro día en la mañana fuimos al centro de la ciudad, que quedaba a una media hora a pie desde el hostal, para realizar el free tour que venimos haciendo en las principales ciudades europeas que hemos visitado.
Realmente Praga parece un museo gigante. Es que mires para donde mires, es una ciudad hermosísima. Tanto por ser una de las ciudades con más arquitectura estilo barroco, como por sus calles, y su limpieza.
El tour comenzaba en la plaza principal de su centro histórico. Dicha plaza se encontraba desbordada de tanta gente. Creo que ha sido la ciudad con más turistas que he visto desde que salí de Uruguay. Esa plaza es espectacular. Una peculiaridad, es que en el centro de la misma, se veía un escenario con tres grandes fotos de jugadores de jockey sobre hielo. Es que hace poco, un avión ruso se cayó, y en él, viajaba la delegación de un equipo de jockey, de los cuales tres eran checos.
Los checos se jactan de ser ateos, y dicen que su única religión es este deporte, por eso las miles de velas encendidas al pie de este escenario que les comentaba.
El guía del tour, era un checo que vivió un año en España, por lo que hablaba español, que de hecho hablaba perfecto para haber vivido tan sólo un año en la madre patria. Pero lo bueno de haber sido un joven checo, es que nos daba una opinión subjetiva, claro está, sobre la cantidad de conflictos bélicos a los que se vio sometida la hoy en día conocida como República Checa.
Hizo hincapié en la guerra en la cual se vieron envueltos todos los países europeos, incluso España y Suiza, que pese a haber sido neutrales, tuvieron su que ver en determinadas situaciones. Quiero decir que habló mucho sobre la Segunda Guerra Mundial.
Esto de ir por distintos países de Europa, ayuda muchísimo a entender, y a ver cómo vivió cada pueblo la propia guerra, y cómo veían a su enemigo o a su aliado, con qué sentimientos quedaron para con ellos una vez culminada la misma.
Hitler se reunió con los altos mandos de Francia, Inglaterra y de otros países potencias de la época, para avisar que se iba a adueñar del sur de la actual República Checa, pues allí se encontraban viviendo una gran cantidad de alemanes. No sé si se percataron del detalle de que les “avisó”, pues afirmaba que no quería guerra. Firmaron, y Alemania invadió el sur. Obviamente en esta reunión no había nadie invitado del país que iba a ser invadido. Desde ese entonces, hasta el último día de la Segunda Guerra Mundial, hubieron tropas alemanas en territorio checo.
El desenlace de cómo fue liberada la ciudad de Praga de los nazis es muy particular. Pues los alemanes sabían que estaban en camino a la ciudad para ser liberada, dos millones de soldados del ejército rojo (los rusos). Por esta razón, los nazis empezaron a abandonar la ciudad. Pero los checos al ver que se iban, no podían permitir que se fueran impunes, por lo que se levantaron, y armaron barricadas en los principales accesos de la ciudad, para impedir la huída de los ya vencidos nazis.
Pero el problema fue cuando aparecieron los tanques de estos alemanes y empezaron a bombardear a diestra y siniestra. Punto en el cual los checos abrieron las barricadas al ver que toda la ciudad estaba siendo destruida.
Los alemanes se van, y días después llegaron los rusos. Y lo que el joven guía nos expresaba, era que a Praga lo liberaron los propios checos, no los rusos. Cada vez que hacía mención a Rusia, lo hacía despectivamente, forma clara de que no hay simpatía entre ambos países.
Tal vez sea porque una vez que llegó el ejército rojo a la ciudad, no se fueron hasta la total independencia del país. Es que ellos dicen que mientras estuvieron los rusos, se vivió en estado de dictadura. Repudiando el comunismo como su forma de vida.
La verdad que no me imaginaba tanto odio de estos países contra lo que una vez fue la URSS. Es que claro, cada nación tiene su idiosincrasia, sus propias costumbres, y no se puede imponer de un día para otro un sistema que ni siquiera fue votado en democracia.
Fuimos a Rusia, y nos lo hacían entender que habían ayudado a muchas naciones, pero ¿realmente lo hicieron? Yo creo que sí, que ayudaron, pero luego no aceptaron las simples gracias como recompensa.
Creo ese es el gran problema de los que alguna vez fueron potencia y hoy día siguen siendo. Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Japón. Siempre brindaron ayuda con intenciones de ampliar sus fronteras. De ahí los grandes problemas y conflictos que hasta estos días determinados pueblos sufren.
En fin, terminemos con la historia, que por cierto es imposible saltearla al hablar de cualquier ciudad europea, y empecemos a hablar de cerveza.
Es que en este país se inventó la categoría de cerveza transparente de buen aspecto denominada Pils, en la localidad de Pilsen. Ésta junto a la Lager, fueron inventadas por los checos. Aunque los alemanes también dicen ser ellos los creadores de estas cervezas rubias. De más está decirles, que nuestro guía se sentía más orgulloso de haber sido su pueblo el que inventó esta cerveza que de haber echado a los alemanes al finalizar la Guerra.
El tour estuvo muy bueno, aprendimos mucho, y nos desasnamos de parte de la complicada historia de los checos.
Otro día fuimos al castillo de la ciudad, que queda del otro lado del Río Moldava. Hacía mucho calor, del cual ya nos habíamos desacostumbrado, y tras haber trasnochado la noche anterior, nuestras piernas nos pesaban muchísimo al caminar por las empedradas calles.
Para entrar a las principales atracciones turísticas dentro del castillo, cobraban entrada, unos trescientos pesos uruguayos. Pero por presentar nuestros carnet de prensa, pagamos solo diez. Por lo que ya no teníamos excusas, más que el cansancio, para no dar una vuelta por adentro del castillo.
Fue así que visitamos iglesias, un palacio, y una calle llamada “callejón de oro”, donde se reunieron varios alquimistas en busca de la fórmula para crear oro. También vivió allí durante varios años el famoso escritor judío Franz Kafka. Desde este predio del castillo, se obtenía una panorámica vista de la ciudad al otro lado del río.
Como les comentaba, una noche salimos a bailar. Camino a la discoteca, se disfrutaba de los viejos edificios perfectamente iluminados. Este lugar para bailar, tenía cinco pisos, cada uno con distinto tipo de música. La pasamos muy bien, disfrutamos mucho de la noche de Praga.
Después de haber conocido esta hermosa ciudad, nos dirigiríamos a Berlín, capital alemana, para sumergirnos en una ciudad con tanta historia como arena en el desierto.
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