Ya el avión que nos tomamos, era un fiel reflejo del lo que nos esperaba de Varanasi, primer destino indio. Es que parecía no funcionar el aire acondicionado y sufrimos de calor en casi todo el vuelo.
Cuando aterrizamos, el capitán nos dio la bienvenida a India, y nos informó la hora local y la temperatura. Un pequeño silencio se prolongó por unos segundos al escuchar que 48 grados nos darían la bienvenida al salir del avión.
Nunca había estado en un lugar con tanto calor en mi vida. Una cosa de locos. Tuvimos que caminar por la pista hasta llegar a las oficinas de migración para entrar al país. Pero para sufrir un poco el calor, estaba la puerta trancada, y tuvimos que esperar unos minutos q ue nos abrieran. Obviamente al entrar, el aire acondicionado estaba apagado, y el trámite de migración fue una verdadera tortura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario