A la ida a Delhi no le encuentro demasiado sentido, pues nos quedamos menos de veinticuatro horas, ya que el tercer día en este país, nos levantamos temprano para irnos en ómnibus a Jaipur. Este viaje duró unas seis horas. Lo mejor hubiese sido irnos a Jaipur en avión directo de Varanasi, y no pasar por Delhi. Pero todo tiene una explicación, así que me imagino que si así lo hicimos, por algo fue.
En Jaipur, capital de uno de los veintiocho estados indios, se encuentra un gran observatorio construido en el Siglo XVII y una enorme fortaleza del Imperio Rajpud.
Al llegar al hermoso hotel, agobiados de tanto calor, pasamos un rato en la piscina para luego comenzar con el city tour. El primer lugar a donde fuimos, fue el observatorio, donde es increíble cómo en aquella época lograron hacer grandes instrumentos para ver según las sombras y la luz del sol, no sólo la hora, sino también los signos del zodíaco en el cual nos encontramos. Por ejemplo ahora uno de los instrumentos informaba que estamos en el período de Géminis.
De aquí fuimos a un museo que contiene una gran colección de antigüedades de los antiguos Mahrajás (Reyes), a esta altura ya saben lo que opino de los museos, por lo que me dediqué más a observar la vestimenta de los empleados del museo que las propias antigüedades.
Luego nos fuimos al mercado ubicado en una sucia y bulliciosa calle. Ahí los vendedores te esperan en la vereda, y te invitan a que pases y mires su tienda. Por la calle también se ve a vendedores de frutas y verduras y vacas que ya pasan a ser un ciudadano más.
Volvimos al hotel, cenamos, y nos fuimos a acostar luego de una jornada de bastante calor.
El cuarto día, amanecimos en Jaipur, hicimos el check out del hotel, y emprendimos viaje rumbo a Agra, donde se encuentra una de las siete maravillas del mundo, el Taj Mahal. Pero este viaje nos llevaría aproximadamente cinco horas, con lo que para hacerlo más ameno, iríamos visitando distintos lugares y atracciones turísticas.
Cerca de Jaipur, paramos los ómnibus al costado de la ruta, y en jeeps, subimos hasta la Fortaleza de Amber. Ver cómo sus murallas se incrustan por la cima de las montañas, me recordaba mi pasaje por la Gran Muralla China.
La Fortaleza es enorme; con una arquitectura y un detalle en sus diseños impactantes. Después de una o dos horas, bajamos nuevamente hasta los ómnibus y seguimos viaje.
Poco antes de llegar a Agra, nos detuvimos en Fatehpur Sikri, ciudad construida en el año 1569 y abandonada años después por falta de agua. Es lindo ver como conservan estas construcciones antiquísimas, logrando no perder detalle ni belleza.
Finalmente, en horas de la tardecita, llegamos a Agra. El hotel en donde nos hospedamos, es el hotel más grande de todo el viaje. Un hotel de cinco estrellas demasiado lujoso para mi gusto. Pero cómo se disfruta de esas camas y almohadas tan cómodas!
Esta primer noche, coincidimos con los compañeros del grupo A (recuerden yo estoy en el grupo B) con los cuales nos habíamos separado en Bangkok, Tailandia. Fue lindo reencontrarse con ellos, pero también tuve un sabor amargo, que hizo que esta noche no la disfrutara como esperaba, y pasó a ser una de las peores noches del viaje junto con aquella noche de Hawai donde debimos evacuar el hostal por la alerta de tsunami.
Luego, tal vez, les cuente con detalle por qué en esa noche deseé estar en casa con la gente que amo.
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