Manila, es una de las ciudades más peligrosas del mundo, al menos eso es lo que resaltaba en los lugares que leíamos de ella. Pero también resaltaban su ciudad vieja llamada Intramuros.
Filipinas tiene una historia extraordinaria, sus colonos originales fueron españoles, luego los portugueses. Durante la segunda guerra mundial estuvo bajo el gobierno nipón, y por último, antes de independizarse, por Estados Unidos. Se podrán imaginar la diversidad de costumbres que se encuentran en las sucias y bulliciosas calles de Manila.
Fue por su historia que nos convencimos a ir a conocer donde todo nació, fuimos a Intramuros a pesar del riesgo que podíamos correr al caminar por la ciudad.
Próximo a la principal entrada de la ciudad vieja, nos topamos con una gran plaza con un parque en frente. Allí un hombre se ofreció voluntariamente a hacernos de guía, pese a mi desconfianza, los chiquilines le preguntaban cosas, y yo obviamente no quería saber de nada, porque quien viene sin que lo llamen, algo va a pedir, o no sé.
Pero el hombre poco a poco se ganó mi confianza y nos hizo un tour por toda la ciudad vieja, recorriendo su muralla, sus principales catedrales, y sus calles de adoquines. Es increíble, pero alrededor de toda la ciudad vieja hay una cancha de golf, lo que hace que haya un hermoso verde alrededor.
Ya había anochecido, y yo ya me estaba poniendo nervioso, es que si Manila es peligrosa de día, me imaginaba que de noche, era mucho peor.
Para volver al hostal, nos tomamos una especie de ómnibus que nos arrimara unas cuantas cuadras. Por supuesto nuestro guía se subió con nosotros. Digo una especie de ómnibus, porque en realidad son unas camionetas de guerra que trajeron los americanos cuando Filipinas estaba bajo su mando, y una vez independizado el país, para no llevar de regreso a Estados Unidos los miles de ejemplares de éstos vehículos, los dejaron, y los filipinos los utilizaron para el transporte público.
Fue muy cómico andar en estos vehículos, una vez que nos bajamos, Leopoldo se despidió una vez negociado el precio de un tour que estuvo muy bueno, pero que nunca habíamos pedido. Nos dimos las gracias mutuamente, y él siguió su camino, y nosotros el nuestro hasta el hostel.
Interesante el relato de tus viajes, gracias por compartirlo!
ResponderBorrarSolo quería aclarar, como expatriada que lleva casi dos años viviendo en Manila, que es una de las ciudades más seguras en las que he vivido jamás. A pesar de la mala fama que tiene, la realidad dista muchísimo del mito. Sigue disfrutando!