Nos levantamos, y tras desayunar y bañarnos en la piscina, alquilamos dos motos para ir a recorrer playas aquí en el sur de Bali. Cada moto nos salió cinco dólares americanos para tenerlas 24 horas. Una ganga realmente. Le tuvimos que poner tres litros de nafta que sale como diez pesos uruguayos el litro. Increíble lo barato.
Fuimos primero a Kuta que es donde está todo el movimiento. Este lugar se encuentra a veinte kilómetros de donde está nuestro hotel. La calle una locura, motos por doquier, autos amontonados, bocinas aca y allá, todo un caos, pero lindo de vivir! Aquí un video: http://www.youtube.com/watch?v=J0bOBbsvNf4
Al llegar a Kuta empezamos a ver más turistas, más transito, más comercios grandes como Hard Rock Cafe. Estacionamos las motos en la rambla, y al bajar a la playa, desilución total. Arena negra y agua turquesa al fondo, pero al entrar muy sucia, nylon, plásticos, horrible. Tras un baño corto, preguntamos por la mejor playa de Bali, y hasta allí nos dirigimos con la ayuda del GPS, que por suerte Matías había llevado.
La playa que nos recomendaron se llama Nusa Dua Beach. Arrancamos en las motitos en busca de playas paradisíacas como unos desenfrenados. En un momento agarramos como una especie de autopista, y ahí íbamos los cuatro a toda velocidad cuando de repente sentimos un ruido ensordecedor, y cuando miramos al cielo sólo vimos blanco y unas ruedas enormes muy cerca nuestro. Es que estaba aterrizando un avión y nos tomó por sorpresa. Atravesó esa autopista a muy pocos metros y nosotros en esas motos tan indefensos. Qué julepe!
Al llegar a la playa, ésta sí llenó nuestras espectativas! Arenas blancas y aguas cristalinas. El agua, está a temperatura ambiente, un placer. Pero claro, hace tanto calor, que te querés meter al agua para refrescarte, y no lo lográs, pues el agua no es nada fría.
En esta playa empezamos con Lariam, la pastilla contra la malaria. Si bien este tema merece una publicación aparte, contaré que para tomarla debemos tener el estómago lleno. Pero en esa playa sólo había unos puestos muy precarios, con poca higiene, pero la teníamos que empezar a tomar asique allí almorzamos unos tallarines picantes que hasta ahora me arde la boca.
Una vez satisfecha esa hambre de playa, quisimos saciarnos más y preguntamos por otra playa. El GPS nos guiaría a Dream Lane Beach. Empezamos por caminos de asfalto, pasando por callejuelas muy angostas, luego empezó el camino de tierra, y luego de piedra agreste. En un momento termina el camino y solo había una huella en medio del pasto, y el GPS seguía diciendo "doble a la derecha, doble a la derecha", una cosa de locos! El GPS tenía en su sistema estos caminos (si es que se le puede llamar camino a eso).
Llegamos y vimos desde lo alto del barranco un hotel enorme, a sus pies la playa. El agua hermosa, la arena con una mugre que no se hacen una idea. Cómo el hotel no cuidaba su propia playa! En realidad la cuidaban porque había una especie de fogata quemando basura. Un desastre.
Al volver al hotel, el GPS se empezó a quedar sin baterías, por lo que tuvimos que acelerar más de la cuenta. Realmente nos adaptamos muy bien al tráfico, pues ahora no sólo eran los balineses manejando como locos, sino que ahora también éramos nosotros zigzagueando por entre los autos, pasábamos por la izquierda, por la derecha, por el medio de autos y motos, un peligro. Logré unas filmaciones que valen la pena verlas, pero no sé cuánto tiempo me puede llevar subirlas, asique por ahora dejo que jueguen con su imaginación.
Al otro día Matías se fue de mañana a un cyber a ver a Peñarol, pues el wi fi del hotel era muy malo y no lograba verlo, yo dormía, y Nacho y el Chelo fueron hasta Kuta (también en moto pues las teníamos 24 horas) para buscar un hotel barato donde quedarnos.
Al llegar con el hotel visto, hicimos el check out, y nos fuimos a Kuta. Obviamente no les gusta nada a la gente que te vayas de su hotel, pero no les gusta porque piensan que fallaron en algo, que algo hicieron mal. Pero nosotros no parábamos de decirles que todo había estado de maravillas, que sólo queríamos seguir recorriendo Bali.
El hotel en Kuta un espectáculo, un lujo. Nos quedamos todo el día en la piscina y luego por la noche nos aprontamos para salir.
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