La noche anterior salimos de noche a un karaoke muy divertido. Cantamos unos temas (obviamente en inglés) como por ejemplo Have you ever seen the rain de Creedence. Luego de pasar papelones al desafinar como los mejores nos fuimos al hostal para descansar porque al otro día teníamos pensado caminar bastante.
Fue así como a media mañana me levanté y bajé a desayunar panqueques americanos que se los tiene que hacer cada uno; la masa ya está hecha, pero cada uno debe cocinarselos en un sartén. Me quedaron espectaculares, salvo el último que por un descuido me quedó casi negro, pero de todas formas se dejaba comer jeje.
Salimos rumbo al Barrio Chino. Acá vimos un adelanto de lo que veremos a partir del 29 de Abril cuando arrivemos a China. Comida rarísima, mil tipos de tés, adornos extravagantes, etc. Compramos unas bananas en una verdulería china y empezamos a salir de dicho barrio.
Ibamos caminando y de repente, sentimos unos gritos ensordecedores. Cuando llegamos al lugar de donde provenía ese barullo, resultó ser un bar en donde estaban pasando el partido de fútbol por los cuartos de final de la Champion League entre Barcelona de España y el Arsenal de Inglaterra. Obviamente el bar estaba repleto de hinchas ingleses con la camiseta de su cuadro, cerveza en mano y gritos de aliento.
Faltaban 15 minutos para que termine el primer tiempo, por lo que decidimos quedarnos a disfrutar del partido junto a los hooligans en un remoto bar de San Francisco. Al principio nos miraban raro pues hablábamos en español y pensaban que éramos del Barcelona, pero al ver que (inteligentemente) optamos por alentar a su mismo equipo, aquello se transformó en una fiesta increíble.
Cuando terminó el primer tiempo nos pusimos a conversar con unos que tenían la camiseta puesta, y resultó que eran de Nepal y que les gusta tanto el fútbol que allí estaban. Como fanáticos del fútbol conocían obviamente a Uruguay, Forlán, Suarez, hasta Darío Silva. Le comentamos que iríamos en unos meses a Nepal y nos informaron de muchas cosas de su país. Fue un intercambio cultural de la gran siete! Hablar con un nepalés en un bar de San Francisco de un partido en el cual jugaban cuadros que nada tenían que ver con nuestros orígenes era algo inpensado cuando salimos rumbo al barrio Chino por la mañana. Pero esto es lo que te brinda esta ciudad que contiene una diversidad de étnias, razas, nacionalidades y religiones que hacen que al hablar con alguien, siempre te termines sorprendiendo.
De más está decir que nos quedamos a ver el segundo tiempo en el cual vivimos el festejo de un gol del Arsenal. Qué locura! De todas formas terminó perdiendo, y los hooligans se fueron callados quien sabe hacia qué destino. Nosotros por nuestra parte nos dirigimos al punto más alto de la ciudad (Coit Tower).
Por la noche, el hostal había organizado un ping pong de preguntas y respuestas de cultura general. El premio consistía en botellas de vino, por lo que sin dudarlo, nos anotamos. Nuestro equipo quedó conformado por Matías, yo y dos compañeros más, un australiano y otro de Minesota. La cuestión es que tras varias respuestas y varias trampas que nadie descubrió (no les contaré en qué consistieron esas trampitas) salimos primeros y nos hicimos acreedores de dos hermosas botellas de vino.
Luego salimos a bailar. Era realmente extraño salir a bailar a las diez de la noche. El tema es que aquí cierra todo a las dos de la mañana, por lo que la gente cena antes de las ocho y sale a bailar a las nueve o diez. Lo bueno que tiene es que al otro día te puedes levantar temprano sin ningún inconveniente. La discoteca era chica pero muy linda. La gente te pedía perdón si te empujaba, te pedían permiso, todos terrible buena onda. La música electrónica.
El último día en San Francisco lo aprovechamos para ir a los lugares que habíamos dejado para atrás por su grado de importancia que habíamos considerado en su momento. Fuimos a un acuario y al museo de cera. Ambos lugares cobraban 15 U$S de entrada, pero gracias a los carnet de prensa que tragimos, entramos gratuitamente. Sé que esto no es muy ético de contar, pero saben que quiero compartir con ustedes todas mis vivencias a ''calzón quitao''.
Luego fuimos al Barrio Gay. En cada columna del barrio hay una bandera de la diversidad sexual, esa con los colores del arcoíris. Obviamente se ven hombres y mujeres de la mano todo el tiempo, no es algo que me sorprenda puesto que yo no lo veo como ''raro'' ni nada. Acepto todas las posturas tanto de religión, política, como de sexualidad.
De allí fui a la calle más cinuosa del mundo. Me tomé un omnibus para llegar hasta allí, y luego volví al hostal caminando tras lograr subir y bajar repechos y bajadas enormes. Esta calle es muy particular y muy cómica, puesto que en una cuadra tiene ocho curvas.
Mañana a las 5:30 am nos pasa a buscar un taxi que nos llevará al aeropuerto para tomarnos el avión que tras casi seis horas de vuelo, nos dejará en Hawaii. Parece mentira todo lo que ya hemos vivido en tan sólo una semana de viaje. San Francisco es una ciudad hermosísima, es tranquila y muy pintoresca. Me voy sabiendo que me dejé sorprender por esta ciudad y también por Yosemite. Lugares que jamás olvidaré. De pie señores, me despido de San Francisco, la ciudad del Golden Gate.
Buenisimo Juanchi!! Buen viaje y una hermosa estadìa en Hawai!!! Besotes t quiero
ResponderBorrargrande el que está mirando el partido de traje y tomando un trago jajaj made in uruguay , un groso
ResponderBorrarQue alegría saber que con tan pocos días ya estás tan feliz de haber logrado algo que tanto soñaste!!!!!!! te quiero mucho y a disfrutar con todas las letras!!!!! besos y cuidate!!!!
ResponderBorrarBo pelotudo, me imagino que estas colgado de una montaña no?? Ojo con las olitas que vienen de japon!! Abrazo
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