viernes, 30 de septiembre de 2011

CROACIA – RUTA 8

Esta ruta es espectacular. Constantemente con el Mar Adriático a nuestra izquierda, y algún pueblito en su costa que lo adorna como Primosten.


Realmente fue un viaje muy lindo, pues no sólo se disfrutaba de la vista, sino que también compartíamos interesantes conversaciones con los chiquilines. Hablábamos por ejemplo de un tema que cada vez es más presente, pero que siempre intentamos evadir. El tema del retorno, de volver a Uruguay y comenzar de nuevo.

Todos coincidimos de no querer volver aún, Sentimos que el viaje nos está nutriendo día a día, y como una especie de adicción, no queremos detenernos. Claro está que también nos gustaría estar viajando con nuestras respectivas novias, por suerte, en mi caso en particular, lo estaré haciendo en unos diez días. Pero este es otro tema que bien vale una publicación aparte.

Pero seguíamos por la Ruta 8 y parábamos varias veces para tomarnos fotos. Utilizamos esta ruta hasta llegar a Zadar. Pero unos kilómetros antes de llegar a esta ciudad, la ruta estaba cortada. Por lo que teníamos que ir, previo pago de peaje, por la autopista. Por lo que buscamos en el GPS una ruta alternativa, y nos llevó por un camino vecinal. Se podría decir que era la primera vez en todo este recorrido por Europa, que tomábamos un camino de balasto.

Llegamos a Zadar, la recorrimos un poco, y tras tocar el Mar Adriático con nuestras propias manos, seguimos hasta Eslovenia. Ahora sí, dejábamos la Ruta 8 para viajar por la autopista, y adentrarnos en zonas de áridas y rocosas montañas.


Un acontecimiento muy importante y significativo para los cuatro, fue el hecho de que en este trayecto, el auto cumplió sus primeros diez mil kilómetros, luego de pasear por dieciocho países de este viejo continente.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

CROACIA – SPLIT

Entramos a tierras croatas, y las verdes montañas de Bosnia y Herzegovina, pasaron a ser en Croacia, más áridas y amarillentas. Unas rutas en mal estado formaron parte del camino hacia Split. En un momento al fin llegó la autopista que parecía recién terminada.

Llegamos a este balneario de tardecita. Fuimos a un hostal que habíamos visto en internet, y salimos a recorrer el pintoresco puertito que quedaba a unas pocas cuadras del hostal.

En el centro histórico en el que nos encontrábamos, caminar por esas angostas peatonales de piedra hacían que el sólo hecho de caminar, sea muy disfrutable y placentero. Por momentos nos parecía estar caminando por Mykonos o por Santorini allá en Grecia.

La comida en Croacia es bastante barata, ahora ya estaba terminando la alta temporada de verano, y nos podíamos dar el lujo de comer en la rambla, claro está que nunca en un restaurante con servilletas de tela. Siempre en lugares donde las servilletas son de papel, y en lo posible donde se come con la mano. Es que no se necesita demasiada experiencia de viaje para darse cuenta que en ese simple detalle, hay decenas de euros de diferencia.

Estuvimos hasta tarde disfrutando de Split. Hasta que nuestro cuerpo nos exigió ir a dormir.

Al otro día, nos iríamos rumbo a Ljubljana, capital de Eslovenia. Pero para llegar allí, debíamos atravesarnos de sur a norte todo el territorio croata, con lo que a Pablo se le ocurrió ir por la Ruta 8, pues va por la costa, y allí podríamos parar en algún pueblito, además de obtener una hermosa vista del Mar Adriático.

Nos levantamos temprano, bajo con La Abanderada (que ya sea dicho de paso, está cada vez más linda con tanta bandera) en mi espalda, y cuando llego al lugar donde habíamos dejado estacionado el auto, este no estaba! El corazón parecía que se me iba a salir del pecho, pero como éramos concientes de que habíamos aparcado en un lugar no permitido, me imaginaba que no había sido robado, sino guinchado.

Es verdad, tentamos la suerte. Es que pensamos que el guinche no trabaja de noche, pero nos olvidamos que sí pueden empezar su jornada laboral temprano en la mañana, y que las nueve era una hora bastante probable para chequear la zona turística.

La cuestión es que tras averiguar en un comercio, obtuvimos la dirección y el teléfono del posible lugar donde el auto se encontraría. Primero queríamos asegurarnos que el auto estuviese allí, antes de gastar en un taxi hasta la periferia.

Tras averiguar, efectivamente allí se encontraba, y fuimos a buscarlo, con miedo de cuánto sería la multa. Por suerte no era nada exorbitante, y después de tan solo una hora en vueltas, salimos en busca de la ruta 8 rumbo al norte.

BOSNIA Y HERZEGOVINA – MOSTAR

Salimos de Sarajevo rumbo al sur de Croacia, pero antes de salir de territorio bosnio, quisimos conocer otra ciudad de este país.

Cuando empezamos a hacer ruta, e incursionamos en la parte de Herzegovina, el paisaje era espectacular. Nunca nos hubiésemos imaginado que las montañas, los lagos, y las casas en sus orillas serían parte de este país. Inmediatamente se nos vinieron a la mente las imágenes de los paisajes de Nueva Zelanda y de Noruega, muy parecidos a los paisajes que ahora estábamos contemplando.

Detuvimos el auto en más de una oportunidad, es que nuestro asombro quería tener aunque sea un mínimos contacto con el ambiente. Bajamos, estiramos las piernas mientras nuestros pulmones se llenaban de aire puro y saludable. Nos sacábamos fotos, y seguíamos viaje.

Nada tenía que ver este paisaje y este ambiente con el que contemplamos aterrorizados cuando entramos al país por el norte. Ahora lo abandonábamos por el sur oeste, y la vista era un placer.

Al cabo de dos horas, llegamos a la ciudad de Mostar. Es un lugar muy pintoresco, perteneció al imperio otomano, y luego al austrohúngaro. La principal característica de la ciudad, es un puente medieval que une dos partes de la ciudad, el oeste donde viven los católicos croatas, y el este donde se encuentran los musulmanes bosnios.


Pero al igual que en Sarajevo, en Mostar, también hubo una guerra. Al principio, ambas partes de la ciudad se unieron para expulsar a los serbios de la ciudad. Una vez conseguido este objetivo, se declaró un nuevo conflicto entre los croatas y los bosnios para tomar el control de la ciudad. Fue así, que en 1993, los croatas destruyen este puente que por siglos los había unido. Derrumbándose junto con él, un símbolo de convivencia entre culturas, de la que la ciudad siempre había sido un claro ejemplo.

En el 2004, con  fondos de la UNESCO, se reconstruye el puente, y la ciudad retoma la vida, volviéndose a permitir el paso de un lado a otro de cualquier persona, sin importar su procedencia étnica.

Fue por este reciente conflicto que aún se veían, al igual que en Sarajevo, los revoques reventados de las balas que apenas veinte años atrás, cortaban el aire.

Después de recorrer la zona de este puente, seguimos viaje hasta Croacia, más precisamente hacia Split, ciudad balnearia al sur de dicho país.

lunes, 26 de septiembre de 2011

BOSNIA Y HERZEGOVINA – SARAJEVO

A último momento, nos atrevimos a desviarnos del itinerario, y nos permitimos aventurarnos en un país poco turístico, donde inclusive el GPS no tenía en su memoria todas las calles.

Se podría decir que este destino ha sido el toque Sui Generis de esta etapa del viaje. Es que quedamos realmente enamorados de este país. Uno escucha, o lee “Bosnia y Herzegovina”, y se le viene a la mente muchas imágenes, pero todas alejadas del turismo. Y más aún si les digo que fuimos a Sarajevo.

Para ir a este destino desde Budapest, debimos pasar por Croacia. Si bien este país está dentro de la Unión Europea, hacen un control de pasaportes, cosa que no nos había pasado en los restantes países.

Hicimos un par de kilómetros por territorio croata, hasta que llegamos a la frontera de Bosnia y Herzegovina. Aduana descuidada, donde nos hicieron también control de pasaportes. Aunque en esta oportunidad no nos molestaba, pues por cualquier cosa, se sabía que habíamos entrado en territorio bosnio.

Empezamos a transitar por unas rutas que nada tenían que ver con las rutas y autopistas que hemos venido viajando. Como el GPS no tenía todas las calles, veníamos los cuatro atentos a cualquier cartel que diga Sarajevo. Una particularidad fue que por muchos kilómetros no veíamos ciudades, solo casas a ambos costados de la ruta.

La noche dijo presente, y un poco de adrenalina empezó a correr por mi cuerpo, pues se sentía una especie de inseguridad y de ansiedad por llegar a destino.

En un determinado momento pasamos por una gran ciudad industrial. Muchas chimeneas de fábricas se veían iluminadas por la tenue luz amarillenta de la ruta. Se olía un aroma medio nauseabundo, como de basura quemada. Nos mirábamos las caras y nos preguntábamos para adentro ¿dónde nos habíamos metido?.

Después de esta ciudad, la ruta mejoró, y si bien seguía siendo de una sola mano, ya no se tambaleaba el auto de un lado para el otro.

Finalmente llegamos a Sarajevo, capital del país. Una calle ancha y principal, nos llevaba rumbo al centro. Entre algún edificio moderno, se lograban ver casas con agujeros en sus fachadas. Agujeros que testimoniaban la presencia de una guerra que tan solo veinte años atrás invadió la ciudad de plomo, pólvora, fuego y muerte.

Cuando llegamos al centro, nos impactó lo prolijo de esta parte de la ciudad. Una peatonal espectacular, y una línea de tranvía, que como siempre digo, agrega un plus de belleza ciudadana.

Fuimos al hostal que habíamos reservado antes de salir de Budapest para asegurarnos un techo en esta ciudad impredecible. Este hostal quedaba en pleno centro, pero se llegaba por intermedio de un oscuro callejón, donde los gatos maullaban y sus ojos brillaban desafiantes ante nuestra presencia. Era una especie de casita, con baño privado, cocina y doce camas. Aunque es preciso aclarar, que para nuestra mayor comodidad, estábamos los cuatro solos.

Salimos a caminar, y no sólo nos sorprendió lo barato de la comida y de los souvenires, sino también de la belleza de la peatonal, y la tranquilidad que se respira por sus calles. Los nervios por los prejuicios de la ciudad, disminuyeron al caminar, y chocarse con la gente del lugar.


Cansados de más de siete u ocho horas de viaje, nos acostamos, y descansamos para recorrer la ciudad al día siguiente.

Pero señores, Sarajevo tiene una rica historia. Es que fue ciudad otomana, quienes introdujeron el Islam. Luego pasó a ser ciudad del Imperio Austrohúngaro, con lo que Sarajevo se empezó a poblar de judíos. Luego los vecinos croatas, introdujeron el catolicismo, y los ortodoxos serbios también introdujeron su religión. Con lo que se dice que Sarajevo se asemeja mucho a Jerusalén, por su diversidad religiosa.

Caminamos por la ciudad, donde las mezquitas, iglesias católicas, y catedrales ortodoxas, afirman lo descrito en el párrafo anterior. Paseamos por sus plazas, por la peatonal, por el costado de un río, por una plaza donde veteranos jugaban al ajedrez gigante. Pensar que tiempo atrás peleaban por su ciudad.


Estuvimos en el punto desde donde en 1914, le dispararon al Archiduque Francisco Fernando de Austria, cuya muerte tuvo como consecuencia el desenlace de la Primera Guerra Mundial. Parecía mentira estar en ese punto del mundo, donde se desencadenó ese enfrentamiento bélico entre las principales potencias del momento.

Pero eso es muy atrás en el tiempo. Sarajevo, tiene una historia reciente muy oscura o dolorosa.

Después de albergar los Juegos Olímpicos de Invierno en 1984, donde la ciudad se encontraba en su mejor apogeo, comenzaron los problemas.

Es que después de la Segunda Guerra Mundial se creó lo que muchos conocimos como Yugoslavia, pero dentro de este gran territorio había muchas personas con una infinita diversidad de culturas, costumbres y creencias. Con lo que con el paso del tiempo, se fueron independizando hasta que Yugoslavia dejó de existir, para dar paso a otras naciones como Serbia, Montenegro, Croacia, Bosnia y Herzegovina, entre otros. Este último, declaró su independencia en 1992. Año en el cual, Serbia pretendía aumentar su territorio, con lo que dirigió militares a las montañas que rodean el valle donde se encuentra Sarajevo, para sitiarla, y tomar esta capital.

Esta es la famosa guerra de Bosnia. Sarajevo fue sitiada durante tres años. Desde las montañas llovían balas, bombas y odio. Y todo esto se ve reflejado hasta el día de hoy en las cicatrices que muchas casas aún mantienen.


Los bosnios, lograron sortear el sitio mediante un túnel de ochocientos metros de largo, que pasaba por debajo del aeropuerto hasta la parte de Bosnia libre. A través de este túnel, introdujeron a la ciudad, alimentos, medicamentos, electricidad, agua, y armamento.

Este túnel hoy día es un museo. Por supuesto que fuimos a ver una herramienta fundamental para la defensa de Sarajevo. Es que como les comentaba, por el túnel pasaban armas compradas de manera clandestina. Pues la ONU no permitía que Bosnia y Herzegovina se armara porque aún no era considerado como estado independiente. Con lo que los serbios peleaban contra personas desarmadas.

De apoco se empezaron a armar de manera “ilegal”, y comenzaron a pelear en iguales condiciones, fue ahí cuando según los bosnios, participa la OTAN, y hace firmar un tratado de paz. Según los historiadores, la OTAN interviene, luego de que los serbios hayan realizado una masacre contra civiles musulmanes en un mercado de la ciudad.

En el museo te mostraban un video de unos veinte minutos del sitio de Sarajevo. Un detalle que nos dejó perplejos fue el hecho de que las imágenes no eran en blanco y negro. Eran a color, reafirmando que la guerra sucedió hace poco tiempo atrás. Yo por ejemplo tenía cinco años.


Los asientos donde nos sentamos para ver el video, eran cajas donde venían las armas compradas en el mercado negro. Yo estaba sentado en la caja de un arma llamada K M80 de 64mm. No sé cómo sería el arma, pero era una caja de un tamaño considerable.

A medida que te alejabas del centro, ya restaurado, los agujeros en las fachadas se divisaban en cada una de las casas. El sólo hecho de imaginarse el desastre del asedio serbio contra la ciudad nos helaba la sangre. Nosotros, veinte años después, recorríamos las calles de Sarajevo.

Durante la tarde conocimos a Emilio. Un argentino que vivió en Paysandú, y que al ver la banderita de Uruguay en nuestros uniformes, se acercó a charlar. Hace dos años vive en la ciudad. Después de recorrer la Península Balcánica, decidió vivir en Sarajevo pues le encantó.

Antes de comenzar su jornada laboral como estatua viviente en la peatonal, nos acompañó a recorrer un poco la ciudad, contándonos de la gente y su costumbre. Fue como una especie de guía turístico. Un fenómeno.

Por la noche los chiquilines salieron a tomar algo con él, pero yo me quedé descansando, pues creo la piedra se hizo sentir durante la tarde, y tras tomar los medicamentos adecuados, me acosté a dormir.

Al otro día por la mañana, abandonamos la ciudad, rumbo a Croacia, pero antes haríamos una parada en otra ciudad de Bosnia y Herzegovina, pararíamos en Mostar.

domingo, 25 de septiembre de 2011

HUNGRÍA – BUDAPEST

Llegamos a la ciudad de Pest y de Buda, que allá por el año 1873 después de tantas idas y vueltas, decidieron juntarse, y vaya uno a saber por qué, si fue por simple fonética o qué, pero prefirieron poner a Buda primero, conformando la capital Húngara de Budapest.

Mucho tránsito, es que llegamos a la hora pico de la tarde, como si fuera poco, Mariela (el GPS) se mareaba con las calles que parecen tener todas el mismo nombre, lo que dificultaba ver un hostal que teníamos visto por internet.

De todas formas, con paciencia, y disfrutando de las calles de esta ciudad, y del Río Danubio que la atraviesa, logramos llegar al hostal, donde después de instalarnos, usamos sus instalaciones para asearnos, chequear mails y descansar.

Al otro día, luego de levantarnos, salimos a caminar y recorrer esta ciudad que tanto prometía previo a la visita. Lo cierto es que no defraudó, y que sus calles y arquitectura encantaron.

Empezamos por Pest, que es la parte de la ciudad que se encuentra al lado este del Río Danubio. Caminamos por una peatonal, luego por la rambla, hasta toparnos con el Parlamento, con un diseño en su arquitectura que llaman mucho la atención. La vista de este edificio desde el lado de Buda, es inmejorable.


Por suerte el día ayudó, con el sol en lo alto del cielo que hizo del día, una jornada muy agradable, que el caminar se disfrutaba muchísimo.

Cruzamos un puente, y nos encontramos con Buda. Esta parte de la ciudad tiene un castillo sobre una colina. Desde allí se obtiene una muy buena vista de Pest.

Paseamos a pie todo el día. Viviendo la ciudad como más nos gusta, caminando.

Volvimos al hostal y nos aprontamos para salir de noche. Fuimos a una discoteca, que a pesar de no ser la mejor de la ciudad, nos divertimos igual.

Volvimos de madrugada, y al otro día nos levantaríamos sin saber qué hacer. Si seguir el itinerario previsto, es decir ir a Zagreb, capital de Croacia; o aventurarnos bastantes kilómetros más, donde el GPS no reconoce todas la calles, para lograr llegar a Bosnia y Herzegobina, más precisamente a su capital Sarajevo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

ESLOVAQUIA – BRATISLAVA

Tan sólo una hora hay entre Viena y Bratislava, capital de Eslovaquia. Pero cuando estábamos cruzando la frontera, un policía nos hace señas, y nos detuvimos. Le pide los documentos a Santiago, quien en ese momento iba al volante, y el policía nos dice que nos faltaba un pegotín en el parabrisa que autoriza a circular en las autopistas austriacas.

Por lo que nos hizo una boleta, y tuvimos que pagar unos ciento veinte euros. La cuestión es cómo se entera uno que necesita estas cosas. Recuerdo en Alemania, unos compañeros nos advirtieron de comprarlo, pero aquí no teníamos idea. Ahora, en cada país que entramos, nos detenemos en la primera estación de servicio y preguntamos. Por suerte lo hemos hecho, pues en Eslovaquia necesitábamos uno.

Es que al no pagar peajes, me imagino que esto es una especie de impuesto para poder mantener las rutas y autopistas.

Bratislava es una ciudad muy pequeña. De hecho teníamos pensado quedarnos una noche en la ciudad, pero visto que lo más turístico lo recorrimos caminando un par de horas, decidimos seguir hacia nuestro próximo destino. Otra ciudad, otro país. Sería Budapest, capital de Hungría.

Pero primero debo contarles que Bratislava es una ciudad muy bonita. Su centro histórico tiene un ambiente agradable, y la brisa del Río Danubio llega a colarse por entre esas pintorescas calles.

Caminábamos, sacábamos fotos, y nos dirigimos a un castillo que se encuentra sobre una colina, desde donde se contempla una vista inmejorable de la ciudad. A este castillo lo estaban restaurando, pues hace mucho tiempo se incendió, y seguía en ruinas hasta hace un par de años.


Bajamos de la colina, y seguimos paseando por otras calles del centro histórico. Fuimos al estacionamiento, recogimos el auto, y emprendimos viaje de dos horas hasta la ciudad donde Buda, ya no está más separada de Pest.

AUSTRIA – VIENA

Tras un viaje de unas cinco horas desde Munich, contemplando los Alpes Suizos durante gran parte del camino, llegamos a la capital austriaca de Viena. Nos fuimos a hospedar a un camping, donde se encontraban unas ocho compañeras del grupo, unas de las cuales es la novia de Jota.

Como ya era de tardecita, y la lluvia nos seguía desde la Oktoberfest, preferimos quedarnos y disfrutar de las instalaciones del camping. Más al enterarnos de que nuestras compañeras iban a cocinar chivitos!

Nos quedamos charlando de todo un poco, mientras esperábamos semejante cena. Realmente exquisitos. Un placer comer chivitos en esta parte del mundo.

Al otro día, parecía un sueño despertarse dentro de la carpa y no sentir el tortuoso ruido de las gotas golpeando el techo. Desperté a los chiquilines, menos a Jota que era obvio preferiría quedarse junto a su novia todo el día, y después de desayunar, nos dirigimos en el auto al centro de Viena.

Con las nubes amenazantes en el cielo, dejamos estacionado el auto, y empezamos a caminar por las calles de la ciudad.

Sinceramente esperaba que esta capital europea, me sorprendiera mucho más, tal vez fueron las finas gotas que en un momento comenzaron a caer, que teñían la ciudad de un gris y húmedo aspecto.


De todas formas seguimos caminando, pasamos por el parlamento, por la embajada uruguaya que nos sorprendió al dar vuelta una esquina, por el ayuntamiento de la ciudad, por el teatro, y varias iglesias.

Una peculiaridad que nos llamó la atención, es el escudo del país. Un águila que con sus garras que parecen haber estado encadenadas, sostienen separadamente una hoz y un martillo. En un momento, pensamos que era como símbolo de que no querían el comunismo, pero no encontramos ninguna información al respecto. Simplemente que la hoz representa a la agricultura, y el martillo a la industria, pero nada encontramos del significado de las cadenas rotas.


En fin, en un momento, el viento se hizo sentir, y el frío empezó a calar los huesos. No sé si el frío se debe a que estamos muy cerca de los Alpes, o simplemente del día horrible que nos tocó para conocer la ciudad donde falleció Mozart. Pero la cuestión es que a mitad de la tarde, ya nos fuimos al camping.

A la hora de la cena, volvimos a ser agasajados por nuestras compañeras. En esta ocasión con albóndigas.

No sé si Viena nos apasionó como otras capitales europeas, pero las cenas de ambas noches, bien valieron la pena la visita a la ciudad.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

ALEMANIA – MUNICH

Nos levantamos temprano del punto P para lograr llegar al city tour gratuito por el centro de la ciudad. Llegamos con tiempo, y tras dejar el auto en un estacionamiento, comenzamos el tour en la plaza principal del casco histórico de Munich.

Esta ciudad es muy linda, limpia, la gente siempre con una sonrisa, tal vez porque estábamos en vísperas de la fiesta de la cerveza más famosa del mundo, la Oktoberfest. El clima era festivo y el sol brillaba en lo alto del cielo.

Recorrimos bastante esta zona de la ciudad, interiorizándonos de muchos temas. Tales como costumbres de los ciudadanos, como de historia.

Por ejemplo, los que viven en Munich, no les gusta hablar de la Segunda Guerra Mundial. Tal vez por vergüenza, pero por la calle, no se encuentran como sí se hace en Berlín, grandes memoriales. Los que se ven, son muy modestos, que si uno pasa de prisa, o sin un guía que te va indicando, no se percata de su existencia.

Así fue como vimos un memorial muy sutil, que tan solo consistía en adoquines dorados, recordando a los ciudadanos que fueron asesinados por esquivar una calle, y tomar ese camino, para no hacer el saludo nazi cada vez que se pasaba por el frente de un edificio.


También pasamos por algunas catedrales, una de las cuales sobrevivió a los bombardeos, pues se utilizaba como guía a los pilotos, para orientarse y saber qué ciudad atacaban.

Pero como estábamos a menos de veinticuatro horas del comienzo de la Oktoberfest, cada lugar que visitábamos, también tenía que ver con la fiesta, o con la cerveza. Es que esta bebida es algo típico de esta ciudad, aunque los checos también se dicen creadores de la cerveza rubia. Pero aquí, desde la antigüedad, muchos asuntos, inclusive políticos, se arreglaban con barriles de los que ellos llaman el oro amarillo.

Fuimos a una plaza, o mejor dicho a un mercado, donde se encuentra un “palo de mayo”. Esto es como un mástil bastante grande, imagínense como un mástil de un velero. El tema es que estos palos, se utilizaban en épocas medievales para avisar al viajero, que se encontraba en un lugar seguro.

Lo anecdótico de este palo, es que fue robado hace muchos años por un grupo de jóvenes, y éstos, pidieron una recompensa para devolverlo al municipio. Que ¿qué pidieron como recompensa? Pues tener todos los años la única mesa redonda en el galpón de la mejor cerveza en la Oktoberfest, y no sólo eso, sino también unos cuantos barriles.


Se estarán preguntando si es legal el robo de estos palos de mayo. Pues sí. Hace poco, los propios policías del aeropuerto de Munich robaron uno que se encuentra en ese aeropuerto, y como recompensa pidieron realizar en ese lugar, una mega fiesta con todos los funcionarios que trabajan allí.

La cuestión es que cumplimos con cultivarnos de la ciudad, previo a perdernos en las jarras de cerveza.

Es necesario darles un detalle, de que existen seis marcas de cervezas en Munich, y el festival tiene galpones solo de ellas. El galpón más codiciado es el de la cerveza Augustiner. Según los conocedores de esta bebida, es la mejor. Esta marca no exporta, y ni siquiera hace publicidad. Pero es la que obtiene mayor ganancias al pasar raya al finalizar cada año. Al único lugar que se lleva al exterior, es al Vaticano, pues es la cerveza preferida del Papa, y la marca le regala unos cuantos barriles al año.

Nos hospedamos en un camping que estaba repleto. No había más de veinte centímetros entre carpa y carpa, lo que no sólo te permitía escuchar las conversaciones del de al lado, sino que también los ronquidos, y más que algún otro grito de placer de alguna muchacha que se imaginaba estar entre anchas paredes de hormigón.


La noche previa al festival, todo el mundo se detonaba en un carrito dentro del camping que se dedicaba a vender jarras de cerveza. Valía siete euros, y debías dejar tres euros de garantía por la enorme jarra que permitía tener en tus manos más de un litro de cerveza. Al devolverla, te reintegraban los tres euros.

Como quien no quiere la cosa, en pocos minutos vimos jarras abandonadas en el piso, y pensamos en devolverlas. Pero nos negábamos a semejante acto. Pero rápidamente hicimos la sencilla ecuación de diez jarras, treinta euros; o doce jarras tres noches en el camping; y así pasamos haciendo ecuaciones del tipo: almuerzo vs. jarras; subte vs. jarras; y todos los versus que se puedan imaginar. Así fue como nos pasamos toda la noche recolectando jarras.

No sólo me salieron gratis los tres días de Munich, sino también este que estoy pasando en Viena.

Al principio no sabía si contar esto o no. Pero es algo importante para una persona que hace más de seis meses no obtiene ingresos en su cuenta bancaria. Fue la primera vez que los números subían y no disminuían. De más está aclararles que sólo agarrábamos las jarras abandonadas, no arrinconábamos a ningún borracho para arrebatarle la jarra.

En fin, al otro día, mientras todo el campamento se iba a la Oktoberfest a las siete de la mañana para agarrar lugar en algún galpón, nosotros, seguíamos durmiendo, y recién después de almorzar, nos dirigimos al predio del festival.

Ya desde el camping el camping mismo, hasta en el metro, en la calle, y ni que hablar en el festival, el ochenta por ciento de las personas, estaba vestidas, o mejor dicho disfrazadas de con los atuendos típicos de la fiesta bávara.

Ellos, con unos pantalones apenas por debajo de las rodillas, o shorts de cuero, con camisas a cuadro y tiradores. Ellas, con vestidos muy escotados y trenzas en el cabello. Era muy pintoresco ver a la mayoría de las personas con esa vestimenta.

En el predio del festival se encuentran los galpones de las seis marcas de cerveza de Munich, y también un parque de diversiones. Es que todo es una gran fiesta familiar. Se ven hombres y mujeres; niños, jóvenes y veteranos.

Muchos ya estaban destruidos en mitad de la soleada tarde. Tirados en el piso, con el vómito a un lado, y los amigos, o pareja al otro costado, esperan a que llegue la camilla de la cruz roja para que le pongan suero en una vía enchufada a su muñeca.

Pero todo con una naturalidad, y con una sonrisa en los presentes que llamaba mucho la atención.

Logramos entrar a un galpón, y allí la locura total. Todos borrachos, felices, chocan las pesadas jarras para brindar. Con un pie en la mesa y otro en el banco, bailan y cantan al ritmo de la orquesta que toca en vivo para la multitud.


Las mozas, algo antipáticas, pasan con hasta ocho jarras haciendo malabares para que ninguno la peche y tire la preciada bebida.

Nos quedamos toda la tarde, hasta que ya entrada la noche, salí del galpón para tomar aire, y al querer entrar nuevamente, me negaron el acceso, y decidí pasear entre los juegos del predio en soledad. Al poco tiempo empezó a llover de manera repentina, y me fui al camping.

No paró de llover en toda la noche. Sentí a los chiquilines llegar de madrugada quejándose de lo mojados que estaban. Al día siguiente, pese a la lluvia, a las seis de la mañana ya se escuchaba a nuestros vecinos irse para agarrar lugar en un galpón.

Nosotros sin embargo, acobardados de la incesante lluvia, intentábamos seguir durmiendo. Pero se hizo el mediodía, y sin ganas de estar en posición horizontal, aburridos de estar encerrados en nuestras carpas, Pablo y Santiago se hicieron de coraje, y se aprontaron para ir nuevamente a la Oktoberfest, mientras Jota escuchaba música en su ipod hasta que se le quedó sin baterías y comenzó a ayudarme con las fechas de los acontecimientos históricos que contaba para mi blog.

Las horas pasaban, y el agua seguía golpeando el techo de nuestras carpas.

Ya de tarde, no aguantamos más la situación, y sin importarnos ya la lluvia fuimos a buscar el auto y nos dirigimos al famoso estadio de la ciudad, cede de la ceremonia inaugural del Mundial de Fútbol del año 2006.


Después nos fuimos a un shopping en busca de wifi, y por último volvimos al camping para pasar nuestra última noche en la ciudad.

Se estarán preguntando por el negocio de las jarras. Pues con tanta lluvia, resignamos ganancias.

Al otro día, seguía lloviendo, y bajo el agua levantamos campamento, y partimos rumbo a Viena, capital de Austria.

lunes, 19 de septiembre de 2011

ALEMANIA – BERLIN - Parte 2

En 1945 llegó el ejército rojo y tomó la ciudad. Hitler, el 30 de Abril se quitó la vida en su bunker al ver su inminente derrota. A dicho bunker no se puede acceder para que no sea una especie de santuario para los neo nazis existentes.

Dos años después, en los juicios de Nuremberg, fueron enjuiciados los oficiales nazis, pero el pueblo alemán reclama que quienes ordenaron los bombardeos de los aliados que mataron a más de dos millones de civiles en Berlín, nunca fueron siquiera cuestionados. Si pensamos en cifras frías, en Auschwitz murieron casi un millón y medio de personas.

Hoy día en Alemania, hay un partido, NPD, que aún sostiene la ideología de Hitler, y si bien está prohibido hacer propaganda pro nazi, no está prohibido hacer propaganda política. Así fue como vimos carteles increíbles en el que se encuentra el líder político del NPD en una moto, con una leyenda de “dale gas”. Es increíble, pero cierto.


En fin, al otro día realizamos el city tour gratuito, paseando por lugares que aún no habíamos visto.

Uno de los puntos más impactantes al que fuimos en el tour, fue al Check Point Charlie. Este es uno de los pocos puntos a lo largo de los ciento cuarenta y cuatro kilómetros por donde se podía pasar de un lado a otro del Muro. Obviamente con autorización previa.

¿Pero cómo surge el Muro de Berlín? Al culminar la Segunda Guerra Mundial, se reparten Alemania entre la URSS, Inglaterra, Estados Unidos y Francia. La mitad que queda hacia el  este queda para la URSS, y la otra mitad occidental se la reparten entre las otras tres potencias. El problema surgió en que Berlín, ciudad estratégica, quedó en territorio soviético, con lo que la dividieron en dos, pero el tema era que muchos de lo que estaban de la parte comunista, emigraban para la parte capitalista, con lo que muchos años después, en 1961 se empezó a levantar este doble muro dejando incomunicado la parte occidental de la ciudad con la otra mitad capitalista de Alemania. Esta incomunicación, la supieron sortear gracias al puente aéreo.

El Check Point Charlie que estábamos viendo en vivo y en directo, fue testigo de unas de las horas más tensas de la Guerra Fría. Tan tensa, que el mundo ya esperaba la Tercer Guerra Mundial, con el aditivo de que las potencias ahora ya contaban con armas nucleares. De ambos lados de este punto, se instalaron poderosos tanques apuntándose unos a otros. Por suerte no fue más que un susto, y el conflicto seguía entre la puja del comunismo o el capitalismo, y en la carrera espacial.


Tocar el muro con nuestras propias manos, era una sensación muy extraña. Pensar que familias quedaron divididas por veintiocho años; que muchos perdieron la vida por intentar pasar para el otro lado.

Recuerdo lo apasionante de estudiar en el liceo allá en Trinidad este tema del muro. Estudiando no nos entraba en la cabeza como con un simple muro se podía dividir tanto. Claro está, que no era tan simple como uno pensaba en aquella época de adolescente.


Es impresionante la cantidad de memoriales y de información que se encuentra cerca del muro. Incluso, en las partes donde ya el muro no está, se deja constancia de su cicatriz por medio de unos adoquines incrustados en el suelo.

Terminamos el tour con anécdotas de cómo se tira el muro aquella noche del nueve de Noviembre de 1989. En un discurso de que se tenía pensado permitir el tránsito de personas de un lado al otro, un periodista le pregunta al vocero soviético desde cuándo se iba a permitir el cruce, y como el vocero no había asistido a la reunión en la que los altos mandos soviéticos confeccionaron el discurso, no sabía cuándo se iba a implementar dicha política, y le responde que a partir de ese mismo momento.

A partir de ahí, todas las radios y canales del mundo transmitían este hecho histórico a diestra y siniestra. La gente se empezó a aglomerar en las plazas, y a lo largo de todo el muro.

Un taxista, padre de una amiga de nuestra guía, trabajó toda la madrugada llevando gente de un lado a otro del muro. Después de tanto tiempo iba y venía celebrando con cada persona que cruzaba. Al llegar a su casa, borracho, despierta a su mujer y le cuenta lo que había pasado, obviamente que la mujer no le creyó, hasta que se levantó al otro día y miró las noticias.

Luego del tour gratuito, fuimos a algunos museos, uno de los cuales quiero compartir con ustedes por lo impactante.

Resulta que debajo del Memorial del Holocausto que les comentaba en la publicación anterior, se encuentra el Museo del Holocausto de entrada gratuita.

Empezamos a leer y a reafirmar lo que ya veníamos informándonos desde varios destinos atrás. Vimos fotos impactantes como una que te hace cuestionar hasta dónde es capaz de llegar la frialdad y la crueldad del ser humano. Esta foto constaba de dos oficiales alemanes que acababan de fusilar a decenas de mujeres desnudas. Pero justo se capta en la foto que una mujer sobrevivió, y arrastrándose con sus codos intenta escapar del disparo que uno de los oficiales está a punto de efectuar.


Imagínense esos segundos lo que deben haber sido para esa mujer… sin palabras.

Pero la bofetada del K.O. me la terminó de dar una sala en la cual se exponían cartas que escribieron algunas víctimas del Holocausto. Pero hubo una que quiero compartir con ustedes, que me dejó sin fuerzas como para seguir viendo el Museo, y después de un rato reflexionando sobre el hecho de estar vivo, me fui.

Esta carta fue dictada por una niña de doce años a su madre que iba escribiendo lo que la niña le decía.

“Querido Papá! Estoy diciéndote adiós antes de morir. Nos gustaría tanto seguir viviendo, pero ellos no nos lo permiten y moriremos. Estoy tan asustada de esta muerte, pues los niños pequeños son lanzados vivos dentro de hornos. Adiós hasta siempre.”


¿Cómo seguir escribiendo después de esto? Sólo decirles que el cuarto y último día, fuimos al Estadio Olímpico inaugurado en el año 1936 con Hitler al mando de Alemania. Este estadio ofició de cede para la final del Mundial de Fútbol en el año 2006.

Tras registrarnos como periodistas, nos permitieron el acceso, y pudimos pasear por sus instalaciones.


Culminada nuestra visita a esta hermosísima e impactante ciudad, emprendimos viaje hacia Munich. A cien kilómetros de llegar a la capital de la October Fest, paramos en un punto P para dormir, y llegar al otro día temprano a dicha ciudad.

domingo, 18 de septiembre de 2011

ALEMANIA – BERLIN - Parte 1

Debo contarles que estas líneas que he escrito a continuación, las he escrito desde Munich, dentro de la carpa, recostado de manera incómoda a la mochila, mientras el agua, incesante no para de caer del cielo. Santiago y Pablo, desafiaron la lluvia y fueron por la revancha en este segundo día de October Fest. Jota, aburrido de mirar el techo de su carpa y de contar las gotas que se van acumulando en él, me ayuda con el tema de las fechas pues son cosas que escapan de mi memoria. Así, a los gritos de una carpa a la otra, fue tomando forma esta publicación que quiero compartir.

Berlín, qué ciudad! Cuánta historia, cuántas guerras, cuántas ideologías confrontadas!

Llegábamos a esta ciudad, ansiosos por cerrar un capítulo de información que veníamos adquiriendo desde que empezamos el viaje por Europa. Es que en cada ciudad que llegábamos, era inevitable hablar de las Guerras Mundiales. Tanto de la Primera como de la Segunda. Es que claro, estos acontecimientos forman parte de su historia reciente, lo que hizo que cada población tenga su idiosincrasia, su manera de pensar, y de ver determinadas cosas.

Aprendimos cómo vivieron y cómo sufrieron las guerras los ciudadanos de Londres, de Ámsterdam, de Hamburgo, los nórdicos, nada más ni nada menos que los propios rusos, también los ciudadanos de Estonia, Letonia y Lituania y cómo la vivieron los checos. Ahora sólo faltaba el broche final. Donde todo comenzó, y donde todo terminó.

Llegábamos con la ilusión de poder atar todos los cabos sueltos que veníamos acumulando, si bien al término de nuestra visita a la ciudad se puede decir que muchas ideas se terminaron de formar, muchos cabos también quedaron a la deriva, a los cuales esperamos encontrarles buen puerto cuando visitemos otros países partícipes como Austria, Italia, entre otros.

Encontramos alojamiento en un hostal muy prolijo, y al terminar de instalarnos, salimos a caminar rumbo al centro.

Es inevitable preguntarse al caminar por las calles de Berlín, si uno va caminando por la parte comunista o por la capitalista. Rápido se aprende que con ver determinadas casas, por su arquitectura, ya se puede distinguir. Pero cierto es, que hoy día, ya se ha unificado toda la ciudad, y con esta unificación, también las casas pasaron a tener casi el mismo aspecto.

Por eso, lo más fácil para saber esta incógnita, es levantar la vista hacia el cielo, y donde se vea la altísima torre de televisión, allí, de ese lado, era la parte comunista.


Para ahí fuimos en nuestra primera tarde en la capital alemana. A la Alexander Platz. Caminamos por los alrededores de dicha plaza, por un parque, nos sacamos fotos en un monumento a Marx y a Engels, y volvimos ya de tardecita, al hostal.

Al otro día, hicimos un tour por la empresa que hace los tours gratuitos. Aquellos que ya venimos haciendo en las principales ciudades europeas. Pero precisamente el gratuito, lo haríamos al otro día, primero hicimos uno llamado El Tercer Reich (El Tercer Imperio).

El punto de partida del tour era de la Puerta de Brandeburgo. Personalmente me parecía increíble estar en lo que es uno de los íconos de la ciudad. Como lo es la Torre Eiffel para París.


Por si alguno no sabe, el Muro de Berlín fue un doble muro, quedando entre medio más de diez metros. La Puerta de Brandeburgo, quedó durante la separación en tierra de nadie, quedó justamente entre medio de los muros. Pero del Muro, hablaré más adelante.

Este tour que realizamos, como el nombre lo indica, consta básicamente del tema Hitler y su entorno, cómo esta figura trasciende, y logra transmitir su ideología al resto de la población.

Más que un tour, fue una verdadera clase de historia mundial. Y qué mejor si todavía le sumamos la caminata que lograba a través de la vista ese mix que sólo leyendo libros no se obtiene.

Hablamos y debatimos mucho sobre el capitalismo y el comunismo. Para nosotros Contadores, que al comienzo de la carrera estudiamos a Adam Smith con su ideología del Capital, y a Marx con su ideología del Comunismo, nos entusiasmaba muchísimo cada debate que se armaba mientras el guía iba explicando y dando su opinión subjetiva.

En fin, Hitler, supo ver que el pueblo alemán estaba muy dolido, pues al culminar la Primera Guerra Mundial, tras el Tratado de Versalles, Alemania queda como la única responsable de la Guerra, y como la única nación derrotada. Con una economía yéndose a pique, con una tremenda hiperinflación, y con una deuda astronómica, todo pintaba negro para los alemanes.

El dinero ya valía tan poco, que se empezaron a imprimir billetes de un solo lado para justificar el gasto de impresión. Y la deuda era a causa del Tratado de Versalles que inclusive recién en el año 2010 terminaron de pagar, siendo hoy día el país más fuerte económicamente hablando de toda Europa.

Fue en esta situación, que Hitler empezó a levantar el orgullo de la población con sus discursos y promesas. Tanto, que en 1933 llegó al poder de forma totalmente democrática, llegando a ser canciller.

Alemania tenía presidente y canciller. A los pocos días de haber ocupado su cargo, prenden fuego la casa de gobierno. Nunca se supo quien fue, si fue el mismo partido de Hitler o los comunistas, pero el hecho fue que se culpó a éstos últimos, decretándose el estado de emergencia, situación en la cual el canciller tiene potestades de hacer y deshacer leyes a su antojo. Al cabo de un mes, todo estaba como los nazis querían.

¿Por qué el odio hacia los judíos? Pues en el panorama que les comentaba párrafos arriba, la población judía era la que se encontraba mejor económicamente, por lo que de a poco, Hitler empezó a sembrar ese odio en sus seguidores.

Con un ejército poderoso, y con la población con su orgullo recuperado, el primero de Setiembre de 1939 Alemania invade Polonia, unos días después Francia e Inglaterra le declaran la guerra. Lo paradójico es que la URSS también invade Polonia, pero la guerra sólo se la declaran a Alemania.

A esta altura de lo que voy narrando, se tendrían que preguntar cómo logra Alemania un ejército poderoso si se encontraba en bancarrota después de la Primera Guerra Mundial. Pues muy sencillo, por intermedio de préstamos. ¿Qué quién le prestaba dinero? Pues no se rían, pero los bancos de los países de Inglaterra, Francia y Estados Unidos.

Pero los años de conflicto van pasando. Hasta el año 1942, en los campos de concentración, trabajaban todos. Desde niños a mujeres y ancianos. Pero hacía un año, los nazis habían invadido tierras soviéticas, y ahora empezaba a haber excedente de mano de obra, es así que se decide empezar a exterminar a los menos aptos para el trabajo.

Muchas empresas vieron como aumentaban sus ganancias. Imagínense más de diez años teniendo mano de obra gratis. Como les comentaba en una publicación anterior, se horrorizarían al enterarse que esas empresas hoy día son mundialmente conocidas, y como si fuese poco, con una “buena imagen”. Pero claro, son sociedades anónimas, vaya uno a saber hoy día si los dueños siguen siendo los mismos o de sus familiares.

Recuerdo cuando estando en Rusia, el guía nos comentaba que Napoleón empezó a perder sus conquistas, cuando se le ocurrió invadir lo que hoy día es Rusia, así como también, el declive de Hitler comienza cuando invade el mismo país. Y lo increíble, es que ambos, tanto Napoleón como Hitler, no contaron con el crudo invierno ruso.

Hay mucho detalle para contar, pero tampoco quiero hacer de esta publicación, una lectura tediosa. Pero sí quiero comentarles algunas otras cosas que bien valen la pena. Por ejemplo, el enorme memorial del Holocausto que se encuentra a unos pocos metros de la Puerta de Brandeburgo, consta de dos mil setecientos once bloques de hormigón de diferente altura, pero lo que quiero contarles, no es que en lo personal no me gustó en absoluto el memorial, sino que cada bloque, está pintado con un barniz especial para que la pintura del graffiti no se adhiera, pues ¿qué tiene de interesante esto? Que la empresa que fabrica este tipo de barniz, fue la misma empresa, que en la época del Holocausto fabricaba el Ziklón B, gas con que asesinaron a las millones de personas que desea recordar este memorial.


Otro detalle que quiero compartir con ustedes, es una frase que dijo el alemán Heinrich Heine en el Siglo XIX  “Quien comienza quemando libros, termina quemando persosnas” ¿Por qué les comento esto?, pues porque una vez Hitler hizo los cambios de leyes que quiso, mandó a quemar libros de determinados autores o temas de la Biblioteca Nacional. Pues bien, ahora no hace falta que les explique el por qué querer compartir con ustedes dicha frase.

Terminamos el tour, sentados en un arenero, encima de lo que alguna vez fue el bunker de Hitler. Allí sentados, hablamos sobre el final de la Segunda Guerra Mundial.  Cuando el ejército rojo llega a Berlín.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

REPÚBLICA CHECA – PRAGA

Llegamos a Praga por la noche, y como era viernes, es decir que comenzaba el fin de semana, nos fue muy difícil encontrar lugar en los hostales que habíamos visto disponibles la noche anterior por internet.

Al fin encontramos uno donde poder pasar la noche, y allí descansamos después de haber vivido ese día la visita a Auschwitz en Polonia.

Al otro día en la mañana fuimos al centro de la ciudad, que quedaba a una media hora a pie desde el hostal, para realizar el free tour que venimos haciendo en las principales ciudades europeas que hemos visitado.

Realmente Praga parece un museo gigante. Es que mires para donde mires, es una ciudad hermosísima. Tanto por ser una de las ciudades con más arquitectura estilo barroco, como por sus calles, y su limpieza.

El tour comenzaba en la plaza principal de su centro histórico. Dicha plaza se encontraba desbordada de tanta gente. Creo que ha sido la ciudad con más turistas que he visto desde que salí de Uruguay. Esa plaza es espectacular. Una peculiaridad, es que en el centro de la misma, se veía un escenario con tres grandes fotos de jugadores de jockey sobre hielo. Es que hace poco, un avión ruso se cayó, y en él, viajaba la delegación de un equipo de jockey, de los cuales tres eran checos.


Los checos se jactan de ser ateos, y dicen que su única religión es este deporte, por eso las miles de velas encendidas al pie de este escenario que les comentaba.

El guía del tour, era un checo que vivió un año en España, por lo que hablaba español, que de hecho hablaba perfecto para haber vivido tan sólo un año en la madre patria. Pero lo bueno de haber sido un joven checo, es que nos daba una opinión subjetiva, claro está, sobre la cantidad de conflictos bélicos a los que se vio sometida la hoy en día conocida como República Checa.

Hizo hincapié en la guerra en la cual se vieron envueltos todos los países europeos, incluso España y Suiza, que pese a haber sido neutrales, tuvieron su que ver en determinadas situaciones. Quiero decir que habló mucho sobre la Segunda Guerra Mundial.

Esto de ir por distintos países de Europa, ayuda muchísimo a entender, y a ver cómo vivió cada pueblo la propia guerra, y cómo veían a su enemigo o a su aliado, con qué sentimientos quedaron para con ellos una vez culminada la misma.

Hitler se reunió con los altos mandos de Francia, Inglaterra y de otros países potencias de la época, para avisar que se iba a adueñar del sur de la actual República Checa, pues allí se encontraban viviendo una gran cantidad de alemanes. No sé si se percataron del detalle de que les “avisó”, pues afirmaba que no quería guerra. Firmaron, y Alemania invadió el sur. Obviamente en esta reunión no había nadie invitado del país que iba a ser invadido. Desde ese entonces, hasta el último día de la Segunda Guerra Mundial, hubieron tropas alemanas en territorio checo.

El desenlace de cómo fue liberada la ciudad de Praga de los nazis es muy particular. Pues los alemanes sabían que estaban en camino a la ciudad para ser liberada, dos millones de soldados del ejército rojo (los rusos). Por esta razón, los nazis empezaron a abandonar la ciudad. Pero los checos al ver que se iban, no podían permitir que se fueran impunes, por lo que se levantaron, y armaron barricadas en los principales accesos de la ciudad, para impedir la huída de los ya vencidos nazis.

Pero el problema fue cuando aparecieron los tanques de estos alemanes y empezaron a bombardear a diestra y siniestra. Punto en el cual los checos abrieron las barricadas al ver que toda la ciudad estaba siendo destruida.

Los alemanes se van, y días después llegaron los rusos. Y lo que el joven guía nos expresaba, era que a Praga lo liberaron los propios checos, no los rusos. Cada vez que hacía mención a Rusia, lo hacía despectivamente, forma clara de que no hay simpatía entre ambos países.

Tal vez sea porque una vez que llegó el ejército rojo a la ciudad, no se fueron hasta la total independencia del país. Es que ellos dicen que mientras estuvieron los rusos, se vivió en estado de dictadura. Repudiando el comunismo como su forma de vida.

La verdad que no me imaginaba tanto odio de estos países contra lo que una vez fue la URSS. Es que claro, cada nación tiene su idiosincrasia, sus propias costumbres, y no se puede imponer de un día para otro un sistema que ni siquiera fue votado en democracia.

Fuimos a Rusia, y nos lo hacían entender que habían ayudado a muchas naciones, pero ¿realmente lo hicieron? Yo creo que sí, que ayudaron, pero luego no aceptaron las simples gracias como recompensa.

Creo ese es el gran problema de los que alguna vez fueron potencia y hoy día siguen siendo. Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Japón. Siempre brindaron ayuda con intenciones de ampliar sus fronteras. De ahí los grandes problemas y conflictos que hasta estos días determinados pueblos sufren.

En fin, terminemos con la historia, que por cierto es imposible saltearla al hablar de cualquier ciudad europea, y empecemos a hablar de cerveza.

Es que en este país se inventó la categoría de cerveza transparente de buen aspecto denominada Pils, en la localidad de Pilsen. Ésta junto a la Lager, fueron inventadas por los checos. Aunque los alemanes también dicen ser ellos los creadores de estas cervezas rubias. De más está decirles, que nuestro guía se sentía más orgulloso de haber sido su pueblo el que inventó esta cerveza que de haber echado a los alemanes al finalizar la Guerra.

El tour estuvo muy bueno, aprendimos mucho, y nos desasnamos de parte de la complicada historia de los checos.

Otro día fuimos al castillo de la ciudad, que queda del otro lado del Río Moldava. Hacía mucho calor, del cual ya nos habíamos desacostumbrado, y tras haber trasnochado la noche anterior, nuestras piernas nos pesaban muchísimo al caminar por las empedradas calles.

Para entrar a las principales atracciones turísticas dentro del castillo, cobraban entrada, unos trescientos pesos uruguayos. Pero por presentar nuestros carnet de prensa, pagamos solo diez. Por lo que ya no teníamos excusas, más que el cansancio, para no dar una vuelta por adentro del castillo.

Fue así que visitamos iglesias, un palacio, y una calle llamada “callejón de oro”, donde se reunieron varios alquimistas en busca de la fórmula para crear oro. También vivió allí durante varios años el famoso escritor judío Franz Kafka. Desde este predio del castillo, se obtenía una panorámica vista de la ciudad al otro lado del río.


Como les comentaba, una noche salimos a bailar. Camino a la discoteca, se disfrutaba de los viejos edificios perfectamente iluminados. Este lugar para bailar, tenía cinco pisos, cada uno con distinto tipo de música. La pasamos muy bien, disfrutamos mucho de la noche de Praga.

También contarles que ansiaba ver un edificio que al visitar la ciudad, no se puede dejar de ir a conocerlo. Es un edificio que nada tiene que ver con la arquitectura del barroco, pero sabe llamar la atención de los turistas. Edificio bailarín le dicen.


Después de haber conocido esta hermosa ciudad, nos dirigiríamos a Berlín, capital alemana, para sumergirnos en una ciudad con tanta historia como arena en el desierto.

domingo, 11 de septiembre de 2011

POLONIA – AUSCHWITZ

Nos levantamos temprano, pues debíamos hacer una hora de viaje hasta Auschwitz, y el tour guiado en español empezaba a las diez de la mañana.

Llegamos, compramos las entradas obteniendo descuento con el carnet de estudiante, y nos aprontamos para visitar el campo de exterminio en el cual fueron torturados tanto psíquica como físicamente hasta la muerte más de un millón de personas bajo la responsabilidad de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Entre estas personas se encontraban judíos, polacos, gitanos, presos políticos de diversas nacionalidades, prisioneros de guerra soviéticos, homosexuales y delincuentes comunes.

A menudo suele confundirse campo de concentración, con campo de exterminio. El primero, existe desde antes de haber comenzado la guerra, son campos destinados al trabajo excesivo de quienes se encuentran presos en él. El segundo, como la propia palabra lo dice, son campos destinados a matar gente, a exterminarla.

Auschwitz, fue una mezcla de las dos, pues allí vivían miles y miles de prisioneros que eran obligados a trabajar más de diez horas con poca comida diaria, pero también, fue un campo de exterminio, es que llegaban trenes de todas partes de Europa, principalmente con judíos, y ni bien bajaban del mismo, tras una clasificación de hombres fuertes para trabajar por un lado, y el resto para el otro, eran llevados a las cámaras de gas y allí los mataban, sin haber pasado ni una noche en el campo. Cuando digo “resto” me refiero a mujeres, niños y ancianos.

La principal arma utilizada para la exterminación, eran las cámaras de gas, conocidas como “duchas”, pues se les decía a los prisioneros, que antes de registrarlos en el campo, debían ducharse para higienizarse luego de tantos días hacinados en los vagones de los trenes. Lo más cruel, era que le daban hasta toalla y jabón, y al desvestirse, les decían que recuerden el número de la percha para así no perder sus pertenencias.

Entraban, cerraban la puerta herméticamente, y empezaban a echar el Ziklón B, después de veinte minutos, todos morían. Luego ventilaban, y antes de cremar todos los cuerpos, los revisaban para sacar dientes de oro, joyas, y el pelo. Luego explicaré en lo que consistía la cadena de producción de los nazis.

Pero no sólo la cámara de gas era la causante de tantas muertes. La inanición, la horca, el fusilamiento, las golpizas, el trabajo extenuante, y el suicidio. Muchos, ante tanto sufrimiento, se tiraban a las cercas eléctricas para quitarse su propia vida. Los SS también brindaban palizas a los prisioneros, y los metían en una celda con una cuerda, sino se suicidaban en diez minutos, volverían a golpearlos. Hasta a esta crueldad se llegaba.

También se suele pensar que Auschwitz consistía sólo en un campo, pero en verdad, estaba compuesto por tres complejos cercanos entre sí. Nosotros visitamos los dos primeros que pasaré a describir.

En uno de ellos denominado Auschwitz I, se encontraba el centro administrativo del complejo. Se encontraba también el bloque de la muerte, que consistía en una cárcel dentro de la prisión. Allí se enjuiciaba a muerte a quienes intentaban escaparse, o quienes se revelaban frente a los SS. Había un paredón donde se fusilaba, celdas donde se dejaban a personas morir de hambre, y otras celdas de un metro cuadrado, donde ponían a cuatro personas las cuales luego de todo un día de trabajo, no podían recostarse para descansar, pues no tenían espacio ni para sentarse. Este campo llegó a albergar a veinte mil prisioneros.

En su entrada se encuentra la inscripción “Arbeit macht frei” (el trabajo os hará libres). Lejos de ello, quien entraba al campo, pocas eran las probabilidades de supervivencia.


Después está el campo Auschwitz II (Birkenau). Éste es el campo que en general la gente asocia con Auschwitz. Este campo llegó a albergar hasta cien mil prisioneros. El objetivo principal de este campo no era el de mantener a los prisioneros como fuerza laboral (como era el caso de Auschwitz I y III), sino más bien al exterminio. Por eso se lo equipó con cuatro crematorios, y dos enormes cámaras de gas, capaces de matar a dos mil quinientas personas por vez. En el campo Auschwitz I, su cámara de gas mataba a ochocientas personas por vez.


Los crematorios no daban a basto, y muchas veces se acumulaban los cuerpos, y se descomponían antes de llegar a ser cremados.

Por último se encontraba Auschwitz III, un enorme campo donde sus prisioneros trabajaban arduamente en fábricas cercanas. Se indignarían al saber, que esas fábricas hoy día son mundialmente conocidas, y que sus inicios fueron utilizando mano de obra de estos prisioneros que morían de agotamiento y de hambre.

Caminamos por allí, por donde durante los años que duró la guerra, cientos de miles de personas caminaron débiles, sin ilusiones, al diario trabajo forzoso; por donde fueron separados de su familia, torturados y asesinados. Cuesta creer hasta donde llegó la ideología de la raza aria de Hitler. Cuesta creer cómo se realizaban estas atrocidades a propias personas. Ver esos zapatitos y muñecas arrancadas de las manos de pequeños niños y niñas, hace cuestionarse muchísimas cosas. Hay una habitación que tiene miles de zapatos, y otra llena de pelos, hasta las trenzas que fueron cortadas de la cabeza de las mujeres.


Es que la cuestión del exterminio, también tenía un negocio de trasfondo, por eso decía al principio que había una cadena de producción. Por más duro y frío que suene, la materia prima eran las personas. Se las mataba, y de ellas se extraía todo lo posible para vender. No sólo sus ropas, sino también sus dientes de oro, joyas, y su pelo. Y si antes de extraer esto, se podía exprimir la materia prima trabajando largas horas, mucho mejor. Es cruel. Pero fue cierto.

Existe una corriente de Negacionistas, que se encargan de negar el Holocausto. Dicen que nada fue como cuentan la mayoría de los historiadores. Es que la mayoría de la documentación fue destruida por los nazis cuando se vieron acorralados y veían su inminente derrota. Sólo quedan testimonios de sobrevivientes y de soldados soviéticos.

Al hablar de este campo de exterminio, debo hablar de algunas personas, y contar brevemente su historia.

Tenemos a Maximiliano Kolbe. Su historia repercute, cuando en un bloque de prisioneros, tras pasar la lista, los SS descubren que alguien se había escapado, esto significaba que diez iban a ser encerrados para que muriesen de hambre. Esto era un forma de que entre los mismos prisioneros evitaran que alguno intentara huir.

Cuando seleccionan al azar a diez personas, una de ellas dice en voz baja “no quiero morir, tengo esposa e hijos”, con lo que Maximiliano Kolbe, quien llegó a escuchar las palabras de este prisionero, dio un paso adelante, y le pidió al soldado de la SS ser él quien muera a cambio de la vida de su compañero. El soldado accedió. Tras tres semanas, todos habían muerto, menos Maximiliano Kolbe. Con lo que le aplicaron una inyección de fenol en su corazón, muriendo inmediatamente.

Franciszek Gajowniczek, el hombre por el cual Kolbe había ofrecido su propia vida, sobrevivió, y vio cómo el Papa Juan Pablo II, canonizó a Maximiliano, pasando a ser el Santo de Auschwitz.

Otro nombre es Heinrich Himmler, el oficial de la SS encargado de todo el complejo durante gran parte de su existencia. Éste se suicidó con cianuro y los otros oficiales que lo sucedieron, fueron enjuiciados en 1947, y condenados a la horca. Lo peculiar, fue que fueron ejecutados en la propia horca donde ellos ordenaban el ahorcamiento de prisioneros en Auschwitz I.


Por último, otro nombre que al hablar del Holocausto debe ser mencionado, es el del doctor Josef Mengele, también conocido como el Ángel de la Muerte.

Él, fue el encargado de realizar diversos experimentos medicinales con los presos de Auschwitz. Especialmente con los niños. Pero también era el encargado de aquella selección que les contaba, cuando llegaba un tren con prisioneros, él decidía quién trabajaría, y quién iría de inmediato a la cámara de gas.

Para describir el nivel de crueldad, de Mengele, basta con contar que muchas veces, al llegar el tren, quedaban cadáveres de madres con sus hijos aún vivos en brazos. Este doctor entonces, ordenaba poner a las criaturas directamente al horno de la lavandería, para que sirvieran de combustible. Más tarde cambió de parecer, y permitió a las embarazadas dar a luz, pero los recién nacidos eran llevados a la sala de experimentos.

Hizo cientos de experimentos, desde intentar cambiar el color de ojos y del pelo, hasta estudios con enanos y personas con síndrome de Down. Hizo cualquier tipo de cosas, realizó también experimentos con la médula espinal dejando paralizados a los intervenidos.

Pero sus experimentos más intensivos, los realizaba con gemelos. Intentaba que la raza aria se multiplicara con mayor velocidad a causa de nacimientos de gemelos. Estudió cómo hacer para que las mujeres engendraran gemelos.


Finalizada la guerra se llevó toda la documentación y nunca se supo si tuvo éxito en algún macabro ensayo. Un doctor judío que lo ayudaba, fue quien narró sus experimentos.

Fue capturado bajo una identidad falsa, y posteriormente liberado por los aliados. Increíblemente, durante los juicios de Núremberg, Josef Mengele no fue considerado genocida.

Uruguay, formó parte de la vida de este doctor, es que después de su liberación, vino a América Latina para esconderse. Fue en Colonia del Sacramento, donde se casó. Luego vivió en Argentina, Paraguay, y finalmente en Brasil.

Es cuestión de creer o reventar, pero en Candido Godoi, poblado brasileño donde vivió, se constató en el año 2000, que tiene el mayor índice de gemelos de todo el mundo.

En fin, tengo poco para acotar después de tanto horror. Es dificilísimo asumir tanta tragedia, y tanta crueldad para con seres humanos. La discriminación racial como cualquier otro tipo de discriminación, sea de orientación sexual como religiosa, son cosas que no me entran en la cabeza.

Si algo me ha enseñado este viaje, es que por más diversas costumbres, idiomas, formas de pensar, color de piel, sexualidad y religión que uno tenga, no dejamos de ser simples personas, y como tales somos todos iguales.

Sé también que todo este tema tiene un trasfondo económico. Recuerdo cuando en Hamburgo pasamos por el edificio donde en aquella época se fabricaba el Ziklon B, causante de tanto sufrimiento y de tantas muertes, y sin embargo, se lo vendían al ejército alemán a sabiendas de su utilización. Hoy día sigue sucediendo con las fábricas de armas.

Nos fuimos de Auschwitz, sabiendo que la idea que teníamos del genocidio, distaba mucho de lo que en verdad sucedió. Tal vez el hecho de ver con nuestros propios ojos los lugares donde fueron perpetradas tantas muertes, nos ayudó a ver y entender mejor una parte de la historia contemporánea que marcó un antes y un después en la humanidad.

Nos dirigimos a Praga, en un auto en silencio, cada uno procesando a su manera lo vivido en donde hace más de sesenta años, millones de personas dejaron su vida repentinamente.